Tiempo de cambios

Uno de mis propósitos para este año 2017 fue desprenderme del estrés y la ansiedad.

yogaYa en 2016 conseguí mejorar la alimentación, regular el colesterol y cuidarme un poquito más… algo que consideraba importante y a lo que no estaba haciendo ningún caso.

Antes como mucha gente vivía al día, comía cualquier cosa que se me antojaba a la hora que surgiera el hambre, iba corriendo con prisas con mil cosas en la cabeza: trabajar y conseguir reunir días libres, dormir poco y mal, mantener una constancia en youtube sin que se notara que no tenía tiempo para ello, qué pintar, no dejar nunca de leer, nuevas historias que escribir, estar con la familia, no descuidar a la pareja ni dejar de salir con los amigos, obras y reparaciones eternas en casa, la boda… Pero no pasaba nada. Estaba acostumbrada a hacer mil cosas y llevar en la cabeza dos mil, de ir siempre planeando para el fin de semana, el mes próximo, el año que viene…

Es más, no sabia estar sin una ocupación u objetivo en mente.

Entonces la vida se encarga de avisarnos de que la edad no es importante, que por ser joven no significa que puedas que rendir al 120% las 24 horas del día y que llevar ese ritmo frenético no valla a tener consecuencias.

Siempre hay consecuencias.

Mi salud empeoró dramáticamente en 2015, consecuencias de un tratamiento que a la mayoría de mujeres que lo toman no les provoca ningún daño pero que unido a una mala alimentación, una vida de estrés constante, poco ejercicio físico, etc… Entonces da igual que tengas 28 años, porque si tienes todas las papeletas para que te toque un mal premio… te toca.

Cuando me recuperé del bache, había que evitar de algún modo volver a tropezar con la misma piedra, así que tocaba cuidarse pero no en plan dieta de operación biquini o matarse en el gimnasio para subir el culo caído. Ese nunca es un buen objetivo y suele necesitar un gran sacrificio y los resultados terminan por desvanecerse si no estas continuamente martirizándote.

Había que comer bien, comer sano y corregir esa analítica totalmente descontrolada.

Y lo conseguí.

  • Haré un post sobre como organicé mis comidas, qué tipo de dietas estudié y en las cuales me inspiré para adaptarlas a mis necesidades de entonces, qué tomé para bajar el colesterol totalmente en 4 meses y con la cual (de paso) bajé 6 kg simplemente haciendo las cosas bien.

Comencé a ver los resultados en mi físico, en mi tensión arterial, en los análisis… pero algo maligno seguía manteniendo su presencia. LA ANSIEDAD.

Ya había bajado el ritmo estresante, había mejorado la alimentación, ya podía subir las escaleras sin asfixiarme, me había vuelto consumidora diaria de infusiones como: tilas, valerianas, melisa para dormir…  pero ahí estaba el demonio interior del miedo y la angustia.

Fue cuando tomé la decisión de retomar el Yoga. Ya lo había intentado antes pero no fui constante, no le di suficiente lugar en mi vida y siempre acababa desapareciendo de mi día a día.

Las circunstancias me llevaron a optar por clases online: por la comodidad de poder elegir el momento del día o la noche que mejor me viniera para practicar relajación, yoga o meditación; evitar desplazamientos que acabarían siendo escusas para volver a dejarlo… Me suscribí a Aomm TV y fue todo un descubrimiento y reto personal.

aommtv

Completé un programa de Yoga para principiantes y descubrí que me sentía mucho mejor: físicamente era más ágil y elástica, aprendí a respirar y relajarme, abandoné las infusiones porque ya no las necesitaba y en definitiva, un día… la ansiedad simplemente no estaba ahí.

Os he hablado de este proceso personal, porque el Yoga es algo que también quiero que forme parte de este blog y crearé post para compartir lo que he aprendido y aún sigo aprendiendo sobre el tema.

Y seguir así encaminando este nuevo proyecto que tengo online: Serendipia.


Amarië

 

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